martes, 21 de octubre de 2008

Redecorando mi vida

¿Recordáis aquel anuncio de IKEA en el que a un chico le regalan un jarrón y acaba redecorando por completo su casa?

Mientras luchaba contra la entropía reinante en mi apartamento tomé un descanso y se me ocurrió buscar aquel cuadro que hace un par de años quería poner en el cabecero de mi habitación. Un desnudo de una pareja (recomendaciones Feng shui de una amiga).

Encontré la lámina y la compré (por Internet, cómo no!).

El día que llegó por correo me acerqué a IKEA y le compré un marco, también un espejo para poner en la pared de la cómoda y una barra de cortina para aquellos visillos que tenía guardados en un armario desde hacía un año.

Y ya que estaba puesta, por el camino paré en una tienda de decoración y compré pintura para las paredes de la habitación.

Resultado, mi habitación totalmente redecorada:

Mi flamante desnudo cuelga sobre mi cama (Feng Shui, ayúdame...), el espejo luce sobre la cómoda, dos de las paredes de mi habitación están pintadas en malva suave y las cortinas por fin están colgadas.

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