miércoles, 27 de diciembre de 2006

Sobrevivir a las fiestas navideñas

Creía que había sobrevivido con dignidad a las fiestas navideñas. Ya no estoy tan segura. Hoy, al volver al trabajo después de las fiestas creo haber cometido el exceso máximo. Comer un plato de pollo de Navidad acompañado con un delicioso puré de patatas... Hasta ese momento mi cuerpo había sobrellevado bastante bien la ingesta copiosa de alcohol y comida. Ahora siento que mi cuerpo se está revelando... Me siento febrosa, empachada, y un poco mareada.

Y que conste que a mi estas fechas me gustan en general:

  • Las reuniones familiares, las de amigos, incluso las de empresa...
  • Las comidas copiosas y caseras, el buen vino, la buena compañía...
  • Los turrones en todas sus variedades, los mazapanes, los polvorones...
  • Las llamadas, los sms y los email de gente a la que ni llamas, ni mandas sms, ni emails desde hace un año y que ni te llama, ni te manda sms, ni emails desde hace un año...
  • Las películas infantiles y ñoñas de la hora de la siesta, y las clásicas reposiciones al estilo de "Qué bello es vivir!"...
  • La paga extra... (no os voy a engañar, eso también me gusta)
  • Y, los regalos, por encima de todo - me gustan los regalos - y aunque me gusta recibirlos, me gusta mucho más darlos. La ilusión en el rostro del destinatario, como diría ese popular anuncio, no tiene precio.

Y es que la ilusión de recibir un regalo sabe un poco a infancia y me gusta recordar que - bajo la coraza - queda por ahí escondida la ilusión de cuando era niña.

Mis más sinceras felicitaciones a los supervivientes de las fiestas navideñas!

jueves, 21 de diciembre de 2006

Mi primer post

Bueno, por fin. Ya me he decidido. Ahora sólo tendré que pensar en algo para poner en mi blog...

Hasta pronto.