jueves, 3 de septiembre de 2009

El primer verano

Este ha sido el primer verano.

Tu ausencia llenaba tu sitio en el sofá - este año ha sido Papá el que lo ha monopolizado, me acompañaba paseando por la tarde o sentada en una terraza (golosa!), y se hizo presente al tomar unas ricas gambas en Palamós, recuerda, te debo unas.

También te eché de menos el día de mi cumpleaños.

Sigues estando presente en mis momentos felices.

Se acaba el verano

Con el coche lleno hasta arriba, las aletas, las gafas de buceo, la bicicleta, la toalla playa y otros trastos volví el lunes a la ciudad. Después de unas largas vacaciones creía que tenía ganas de volver a mi casa, mi rutina, pero el tiempo bochornoso y el tráfico habitual me han recordado lo bien que he estado en el pueblo.

La ropa se resiste a salir de la maleta, entrar en la lavadora y pasar bajo la plancha. Qué pereza...
Con lo bien que estaba yo yendo a la playa, paseando en bici y tomando cañas frente al mar!
Y ahora... Es mucho más divertido reencontrarse con los amigos para contarnos cómo nos han ido estas semanas estivales. Las tareas domésticas pueden esperar. (Esa, dice mi madre, es la diferencia entre ella y nosostras - sus hijas).